Comentarios del periodista JESÚS HOYOS ARRIBAS. (23/4/1.994).Santander-Cantábria.
______________________________________________________
Hablar del santanderino Javier Alegría es destapar con todas sus consecuencias la más colorida caja de los años 60 para, primero comenzar escuchando el primer rhythm and blues.
Que muchos oimos en directo en la región, a través del legendario grupo Los Dixies.
El primer disco grabado en la región que consiguió un importante éxito de ventas -¿el único?- fue aquel single Black Cat que hoy es objeto de culto por los coleccionistas.
Javier Alegría fue su bajista.
Más tarde, aquel adelantado que siempre fue Alegría,conoció las filosofías orientales a la vez que Allen Ginsberg y Alan Watts en California.
Aún en su discoteca, eso sí, en compacto. Se guardan como reliquias aquellos discos de Jefferson Airplane o Grateful Dead que pusieron música de fondo a la contracultura.
Músicos como Jerry García o Grace Slick quizas hayan olvidado ya lo de bueno que llegó en aquel hetereogéneo supermercado espiritual.
Pero no Javier Alegría, que un día inicio un viaje sin retorno a la pureza del Yoga, dispuesto a no desfallecer nunca hasta degustar su esencia.
Cuando podia decirse que practicamente lo tenía todo, cambió su indumentaria de rock por vestimentas blancas de yogui, y contactó con los Maestros Indúes que divulgaban esta disciplina en occidente.
Y tras un intenso aprendizaje fue Iniciado en esta disciplina y dado el nombre de Ganesha.
Abrió por todo lo alto en Santander su centro de Yoga Clásico, aunque tras muchos años de resistencia tuvo que acabar cerrándolo antes que hacer concesiones a la comercialidad que ofrecía " un Yoga tan light que se desnaturalizaba".
Sin embargo Alegría,comenzó una etapa de ayuda a personas con enfermedades terminales.
Cerrado su querido Centro de Yoga Clásico en 1982 y con el nacimiento de su tercera hija Sara.
Alegría se vió en la necesidad de hacer un cambio en su vida.
Algunos de sus alumnos/discípulos se sorprendieron al verle transformado en la antítesis del yogui que siempre ha sido: en Vigilante Jurado de Seguridad,con armas de fuego y esposas colgadas del cinto
.Alegría explica que paradójicamente tomó la decisión de meterse de lleno en "ese mundo laboral que nos rodea, tan violento", por amor a su familia, especialmente a sus hijas.
Aunque nunca pude entender cómo para mejorar la calidad de vida en cuatro duros debes de renunciar al más precioso tesoro, que es la salud,física,mental y la del Alma.
El sacrificio que para un yogui, paradigma de la no violencia, es trabajar esgrimiendo armas de fuego, se le tradujo a Javier en nada menos que tres úlceras sangrantes consecutivas.
No quiso acudir a la medicina oficial, "porque sabía más que de sobra dónde estaba la causa y la raíz de mi mal físico", se encerró en su domicilio, desde donde por cierto, se divisa en todo su esplendor la bahía santanderina.
A base de simple Yoga y sus conicimientos sobre la salud,alimentación sana y en la limpieza del ayuno.
En 15 días su úlcera sangrante cicatrizó.
Durante esa quincena de intensa introspección, el yogui tomo la determinación de recuperar definitivamente lo que va más allá de su vocación" y es mi única naturaleza.
Con el ayuno tuvo la suficiente claridad como para trazar en su mente las lineas maestras de una concepción del verdadero yoga.
Y Alegría vuelve con el largamente maquinado "Yoga psicosomático", que de alguna manera ha limitado las estridencias de su radicalidad clasicista.
"He estudiado exhaustivamente qué puedo modificar y qué no para que el verdadero Yoga sea accesible al mundo occidental, sin tener que recurrir a sucedáneos.
Encaja en este amplio abanico que comprenden las medicinas alternativas, en el sentido de que también proporciona salud coordinando la armonía entre cuerpo y espíritu.
Como dice Alegría. Relación cuerpo , mente y Alma."Yo soy una persona que hablo mejor con los ojos cerrados que con la boca abierta, por eso me ha sido siempre difícil comunicarme con quienes sólo basan el Conocimiento en las explicaciones lógicas.
Pero las cosas han cambiado en estos años, y ya no sientes apenas esa sensación de soledad y nadar contracorriente que en los días más duros de antaño te invitaban a tirar la toalla".Esa búsqueda por la esencia le hacen a Javier Alegría separar el grano de la paja, y ver los rasgos comunes y verdaderos que tienen las culturas más dispares.
Él se considera así mismo católico, enriquecido con técnicas analíticas para la observación de Dios y no le impide cantar mantras hindúes o que durante más de 11 años viajará por diversos países, tratando de encontrar .........
"Nada es Yoga si no purifica la Conciencia"
Continuará......
