Algo
invisible llegó y colocó todo en su lugar. De repente la gasolina bajó, la
contaminación bajó, las personas pasaron a tener más tiempo, tanto tiempo que
no saben qué hacer con él, los papás están con los hijos en familia, el trabajo
dejo de ser prioridad. Los viajes y la vida social también.
De repente silenciosamente vemos dentro de nosotros mismos y entendemos el valor de las palabras: Solidaridad, Amor, Fuerza y Fe.
En un instante nos dimos cuenta que estamos todos en el mismo barco, ricos y pobres, que los estantes del supermercado están vacíos y los hospitales llenos y que el dinero y los seguros médicos ya no tienen importancia, porque los hospitales privados son los primeros en cerrar. En las cocheras están parados igualmente carros nuevos y carros viejos, simplemente porque nadie puede salir.
De repente silenciosamente vemos dentro de nosotros mismos y entendemos el valor de las palabras: Solidaridad, Amor, Fuerza y Fe.
En un instante nos dimos cuenta que estamos todos en el mismo barco, ricos y pobres, que los estantes del supermercado están vacíos y los hospitales llenos y que el dinero y los seguros médicos ya no tienen importancia, porque los hospitales privados son los primeros en cerrar. En las cocheras están parados igualmente carros nuevos y carros viejos, simplemente porque nadie puede salir.
Bastaron 6
días para que el universo estableciera la igualdad social que se decía ser
imposible.
El miedo invadió a todos.
Que por lo menos esto sirva para darnos cuenta de la vulnerabilidad del ser humano.
Que sabia la naturaleza que al ver lo que fuimos haciendo de ella decidió por propia mano limpiar el desorden hecho por nosotros mismos...
El miedo invadió a todos.
Que por lo menos esto sirva para darnos cuenta de la vulnerabilidad del ser humano.
Que sabia la naturaleza que al ver lo que fuimos haciendo de ella decidió por propia mano limpiar el desorden hecho por nosotros mismos...
Ahora
Nuestro Padre Dios por medio de su Universo nos da una sacudida y una llamada
de atención por el gran descuido y el poco valor que le hemos dado a lo que con
tanto amor creó para nosotros.
No se
olviden...
BASTARON 6 DÍAS.
(Autor desconocido).
BASTARON 6 DÍAS.
(Autor desconocido).
y los gobiernos anuncien que ‘lo hemos conseguido’
por favor
no volváis a la inmortalidad
no os pongáis otra vez el traje de invencibles de inquebrantables de insufribles no olvidéis lo que habéis sentido por favor sed vulnerables para siempre seguid cantando en los balcones seguid aplaudiendo a las señoras de la limpieza a las cajeras, a vuestras madres no olvidéis que sólo sois humanos que sois frágiles que sois finitos y cuidad la vida, el planeta y a todos los seres del mundo hasta el día de vuestra muerte como si hubierais aprendido algo".
Texto: Juls Heme
El cuento del coronavirus para los más pequeños
Aquí encontrará un cuento y consejos para explicar la situación en familia.
Este es el cuento del coronavirus ! La hemos sacado de 'Letras y garabatos', un blog de un amante de la literatura y la escritura, y que, además, es médico! Se dice Victor Espiga y escribe muy a menudo pequeños poemas o cuentos para que los más pequeños puedan entender todo lo que está pasando con el coronavirus. Escuche y lea bien esta pequeña historia. Ilustración: Giroillustrator / Narración: Berta Rubio Faus.
"Había una vez en piso muy, muy cercano, un virus que era conocido con el nombre de Coronavirus. Este virus, como todo el mundo que se pone una corona en nombre o en la cabeza, quería conquistar todo el mundo y como no tenía piernas la única manera que tenía de hacerlo era ir saltando de persona en persona. Vinieron los hombres y las mujeres más fuertes del mundo (o más bien dicho, las mujeres y los hombres que se creían los más fuertes de todo el mundo), pero ninguno fue capaz de ganar al virus, ya que éste era tan pequeño que siempre sabía cómo esquivar los golpes.
-Y si es tan pequeño, como lo podemos ganar? - empezó a preguntarse todos.-Muy fácil! - dijo un niño que pasaba por allí (un niño, que es todos los niños, y que en este cuento simboliza el sentido común, una característica humana que a menudo vamos perdiendo a medida que nos hacemos mayores, al igual que la capacidad de ver elefante dentro de la boa de "El principito"). Si no tiene piernas, nosotros somos sus piernas. Si nos quedamos todo el tiempo que podamos en casa, no podrá seguir avanzando, y lo vamos a ganar sin luchar, que es la forma en que se ganan las luchas más importantes - dijo el niño dejando a todo el mundo boquiabierto.
Y así fue como todos los niños se quedaron dos semanas en casa, y como los adultos aprendimos un poco de sentido común de los niños. Así fue como todo el mundo tuvo tiempo de volver a leer "El principito", y entenderlo. Y así fue como entender que las victorias de verdad se ganan con unas armas que son invisibles a los ojos. "
No hay comentarios:
Publicar un comentario